El Comisario Principal Honorario acaba de publicar su libro “Introducción a la investigación de Desaparecidos”, tal y como indica Carlos Berbell, autor del prólogo de dicho libro, director de Confilegal.
Son 44 años y medio dentro de su profesión, donde Ángel Galán, descubrió el gran problema de los desaparecidos en España. Algo que no ha dejado de preocuparle desde entonces porque sigue latente, y presente.
Como presidente del Instituto de Probática e Investigación Criminal (IPIC), un centro dedicado a la impartición de programas de formación y de posgrado en esos campos, considera que hoy España tiene un déficit preocupante de buenos investigadores y que eso deviene en algo muy preocupante: que los malos se están saliendo con la suya. Algo con lo que se tiene que acabar.
Y, por ello, decidió escribir el libro. Lo que le mueve es conseguir que las cosas funcionen, que se hagan las cosas bien, que se proteja a las víctimas y que los culpables paguen por sus crímenes.
Además, hace especial énfasis en que la gente miente, pero no porque quieran mentir. Son mentiras sociales. Lo que quieren es mantener la imagen de una familia conjuntada y de normalidad. Por eso, ante una desaparición, todas las familias intentan proyectar una imagen idílica de la persona desaparecida.
¿Cuál es el principal problema que puede tener un investigador de desapariciones?
“El creerte lo primero que te digan sin preocuparte de más. No porque se contradigan los testigos sino porque te lo crees.”
Cuando nos referimos al ser humano siempre damos por hecho que todos somos empáticos. No es así. ¿Cuántos pedazos de hielo se ha encontrado en sus investigaciones?
“Las personas que teóricamente han cometido un acto delictivo importante, no hace falta que haya sido un homicidio, normalmente es gente fría, con una capacidad tremenda para escuchar sin mover un solo músculo porque no tienen ninguna sensación de culpabilidad.
Están en otro mundo. Han hecho algo porque lo tenían que hacer. Porque era su obligación. Sí, me he encontrado muchos. Más de los que usted pudiera imaginar.”
¿De qué formas se pueden producir las desapariciones?
“Solamente hay dos maneras. Por el entorno más cercano: pareja, hermanos, padres, amigos, o del círculo social o laboral. O alguien desconocido absolutamente.”
¿Por qué alguien puede esfumarse de repente y no se vuelve a saber nada de él?
“Nadie se esfuma jamás. Si eso ocurre es que están mal investigados.”
¿Quiénes son los desaparecidos?
“En la mayoría de los casos son hombres y mujeres, en general. De dieciséis a sesenta y tantos años, en su mayor parte mujeres. Y suelen ser parejas, exparejas o similares. Son relaciones personales que, en un momento determinado, y chocan.
El problema es cómo deshacerse del cuerpo. Muchos se han dado cuenta de que si el cuerpo no aparece no hay delito. Ahora ya existen los crímenes perfectos, pero no es porque lo sean, sino porque la interpretación de la legislación está mal hecha. Y la investigación está mal hecha. Una de esas dos causas es la razón de que haya tantísimas desapariciones.”
¿Por qué ha escrito este libro? El primero enfocado sobre cómo investigar desaparecidos.
“Yo no fui consciente de la problemática de los desaparecidos hasta el año 2002. En 2001 dejé la unidad la Documentación de españoles, que mandaba hasta ese momento, y me fui a mandar la Brigada de Delincuencia Especializada a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta en la Comisaría General de Policía Judicial.
El primer desaparecido que me cae es Fernando Caldas, un narcotraficante relacionado con los Charlines en Santiago de Compostela.
Nos llaman para decirnos que había habido una llamada al 112. La recepcionista del 112 le aplica el protocolo. Nombre y documento, le pregunta. Fernando Caldas iba en el maletero de su coche. Le habían quitado su teléfono, pero llevaba otro, y habla bajito porque le habían secuestrado.
En 2002 me di cuenta de que es un gran problema para el que no tenemos una herramienta legal para meterle mano.
Para poder leer la entrevista entera, realizada por Carlos Berbell, puedes visitar la página de Confilegal aquí.