Este artículo está publicado en Exploring your Mind gracias a la experta opinión de Ana Isabel Gutiérrez, Psicóloga Forense del IPIC.
"La violencia psicológica te hace, en lo que a tu mente se refiere, completamente inútil" - Ana I. Gutiérrez
El abuso psicológico no es fácil de identificar, ya que solemos creer que la única forma de herirnos es mediante un ataque físico, aunque no sea la única manera. En nuestra sociedad, estamos rodeados de personas que pueden herirnos sin ponernos la mano encima, empujarnos, arrojarnos un objeto, etc. Estas personas utilizan las palabras, el silencio, el tono, el lenguaje no verbal, etc. para hacernos daño. Y este daño perdura mucho más que una agresión física.
Los agresores no padecen una patología mental, simplemente causan un daño demostrando el poder que tienen sobre otra persona. Por eso, suelen tener características similares:
La intolerancia: la persona que ejerce este tipo de maltrato considera a sus parejas como inferiores y las personas no tienen ningún valor para él. No acepta la diversidad y no tolera a las peronas que son diferentes.
Inflexibilidad: estas personas piensan que siempre tienen razón. Suelen manipular a los demás para ser el centro de atención y siempre quieren tener el protagonismo.
Ver las cosas en blanco y negro: nunca hay matices intermedios, sino que el mundo se rige por los extremos.
Dificultad para manejar las emociones: suelen estar en un constante estado de ansiedad que pueden paliar creyendo que ellos mismo son las víctimas, cuando no lo son.
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